Úteros, flores y frutos
Para
que mi ciclo menstrual tuviera sentido, necesité alejarme de las
representaciones gráficas del mismo que aparecen en los libros de
ginecología y en webs sobre el tema. En esos esquemas se muestra a
menudo el útero en sus distintas fases a lo largo del ciclo. Ese
útero dibujado aparece siempre con un interior que cambia, con más
o menos color dentro según la fase del ciclo, pero exteriormente
imperturbable, a pesar de ser un órgano musculoso con capacidad de
expandirse. Me recuerda un poco a los anuncios de compresas o
tampones, donde se vende el “no se nota, no traspasa “ para que
parezca que nada está sucediendo.
Representación clásica del útero |
Esas
imágenes de úteros y ciclos rígidos las acabé sustituyendo por
otras, mucho más flexibles y diversas, que surgieron de mi contacto
con la vegetación tropical mexicana: grandes hojas, flores coloridas
y frutos suculentos
Flores del flamboyán o árbol del fuego |
Planta de plátano con frutos |
Flores de planta de plátano |
Desde
estas imágenes vegetales pude regresar a mi cuerpo humano, para
sentir mi útero como un órgano flexible que se dilata y contrae a
ritmo mensual, y para vivir mi ciclo como un proceso de desarrollo
continuo. He encontrado además, más allá de libros y webs,
artículos científicos donde se demuestran claramente los cambios de
tamaño del útero entre una fase y otra del ciclo*, lo que encaja
perfectamente con mis sensaciones.
Ya
no quiero ni puedo volver a los esquemas que muestran el ciclo
menstrual como algo que ocurre de puertas adentro, en úteros y
ovarios que son como cámaras de paredes de hierro. Mi útero, mis
ovarios y todo mi cuerpo se expanden en cada ciclo, para luego
retraerse de nuevo en un continuo y variable latir.
*
MC
Ikpe, AM Abasiattai, I Okoye,
Ultrasound evaluation of the uterine size and endometrial changes in
a normal menstrual. Tropical
Journal of Medical Research., vol 16, 2, 2012.