miércoles, 1 de agosto de 2018

Cuestionando la menopausia



A menudo se habla de dos etapas en la vida de una mujer: reproductiva y post-reproductiva. La menarquia (primera menstruación) marca el inicio de la etapa reproductiva, y la menopausia (última menstruación) marca el fin de la primera etapa y la entrada en la fase post-reproductiva. Para mí, la menstruación ha dejado de ser un signo exclusivo de mi capacidad reproductiva, pues he encontrado otras funciones del ciclo menstrual. Por esta razón, comencé a buscar nuevas interpretaciones de la menopausia, alejadas de la reproducción.

En un primer acercamiento a la menopausia recurrí a la biología de otros mamíferos, para tomar distancia de los conceptos que he aceptado como válidos de la biología humana. Tirando de ese hilo llegué a las orcas. Hay varias investigaciones sobre este tipo de ballenas*, relacionadas con su etapa post-reproductiva excepcionalmente larga, de duración muy parecida a la de las mujeres (hasta más de 40 años). Estos estudios giran todos sobre la pregunta: ¿Por qué siguen vivas si ya no se reproducen? Más allá de las respuestas propuestas (ayudan en la crianza, lideran en momentos de escasez de alimento, etc.), la pregunta en sí me inquieta y me indica que tengo que ir más allá. Debo encontrar información biológica diferente, menos enfocada en las funciones de reproducción y cuidado de otros que la cultura asigna como principales en la mujer .

Por ahora, mientras no me meto de lleno en la búsqueda, me quedo con la imagen de esas impresionantes orcas, ajenas a las cuestionamientos humanos sobre sus vidas. Las veo surcando los mares por años, creando corrientes bajo las aguas y provocando olas espumosas en sus salidas al exterior. Disfrutando la libertad y el simple ser.

*Brent et al., Ecological Knowledge, Leadership, and the Evolution of Menopause in Killer Whales, Current Biology 25: 746–750, 2015.
Croft et al., Reproductive Conflict and the Evolution of Menopause in Killer Whales, Current Biology 27: 298–304, 2017.