La
interpretación del mito de Penélope ha ido cambiando con los
tiempos, hasta llegar a considerarse que lo que teje y desteje
Penélope no es un velo, ni un sudario, sino el tiempo y la vida,
hasta el punto de que en el momento que Penélope deja de tejer,
acaba el viaje de Ulises, pues la vida de él depende de ella*. Esta
nueva lectura del mito se asemeja a la nueva interpretación del
ciclo menstrual que ahora veo: cada mes creamos tejido endometrial en
el interior del útero, generando sustancias esenciales para nuestro
desarrollo y sostén y, desde esa función, cuanto más plenamente
vivida mejor, damos también sostén a la sociedad. Creamos para
nosotras mismas, para las que aún no lo hacen, para las que ya no
lo hacen y para los que nunca lo harán. Creamos periódicamente
tejido biológico endometrial, hasta que nos detenemos por un
embarazo, por la menopausia u otro motivo, y entonces nuestro crear adquiere otro
ritmo y forma.
*Ruth
Piquer Sanclemente, Penélope y el tejido del tiempo, XVI
Seminario de Arqueología Clásica, UCM .[Consultado el 22 de mayo de
2019]