Genética y menstruación
En
los últimos años se
han realizado varios
trabajos de
investigación
sobre el ciclo menstrual. Algunos de estos trabajos son sobre genética y
concretamente sobre la
relevancia
del
entorno uterino en el que crece un embrión. En uno de estos estudios*,
el equipo investigador llegó a la conclusión
de que el útero de una
mujer embarazada genera
un tipo de pequeñas
moléculas de RNA
(miRNA)
que entran en contacto con las células del embrión y tienen
un papel esencial en
la implantación
embrionaria. En este
estudio participaron un
grupo de mujeres
voluntarias a las cuales tomaron muestras de los
productos generados
por su útero en las distintas fases del ciclo menstrual.
La
interpretación de los datos obtenidos en este estudio se hace desde
la aceptación de que el ciclo menstrual tiene la única función
de posibilitar un embarazo, por lo que todo lo que sucede ahí está
relacionado con la función reproductora, haya o no embarazo. Si
amplío un poco esa visión del ciclo menstrual y considero que
cualquier sustancia y acción que se produce en un cuerpo responde a
una necesidad biológica real,
entonces me surgen muchas
preguntas: ¿Si las
mujeres voluntarias de
este estudio
completaron
todo su ciclo menstrual y por lo tanto no tienen ningún embrión en
su útero, para qué produjeron entonces esas
moléculas
de RNA
para implantar un
embrión?¿Es
el cuerpo de la mujer tan absurdo y va tanto en contra de la
Naturaleza que se dedica a generar sustancias periódicamente que
sólo sirven para implantar embriones que no existen? ¿Y
si esas moléculas de
RNA
tuvieran una función relacionada con lo que sí están viviendo las
mujeres realmente, un ciclo menstrual completo y para sí mismas, y
no un ficticio embarazo? ¿No
podría ser que esas
moléculas de RNA
tuvieran otra función
no ligada al embarazo, además de las funciones que puedan tener
cuando se generan en un embarazo? ¿Quizás esas
moléculas puedan
afectar a la expresión del propio DNA
de la mujer de alguna forma no considerada?
Son
muchas preguntas que ni siquiera se plantean desde la ciencia. A
falta de respuestas, considero que esas pequeñas moléculas de RNA
están relacionados con la capacidad que tiene mi tejido uterino de
desarrollarse para nutrirme de una forma intensa y periódica, siendo
este proceso parte esencial de mi desarrollo físico y psíquico.
*Felipe
Vilella et al. Hsa-miR-30d, secreted by the human endometrium, is
taken up by the
pre-implantation embryo and might modify its transcriptome,
Development 142: 3210-3221, 2015.
El ciclo menstrual, desde el punto de vista patriarcal, tiene como único objetivo la perpetuación de la especie. Partiendo de esta base, la investigación ( a todas luces patriarcal) no gastará un segundo de su tiempo en buscar un fin distinto al mismo a todos y cada uno de los cambios que se producen en el cuerpo de una mujer a lo largo de todo el ciclo menstrual. Es nuestro caballo de batalla demostrar que nadie mejor que nosotras conoce lo que nos ocurre fisiológicamente.
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